Dirección: Marina Seresesky
Guión: Marina Seresesky
Reparto: Carmen Machi, Terele Pávez, Asier
Etxeandia, Mar Saura, Emilio Palacios, Christian
Sánchez, Paco Tous, Yoima Valdés, Monika Kowalska,
Sonia Almarcha, Hugo Ndiaye, Lucía Balas .
84 min.
Sinopsis:
Rosa es prostituta, heredó el oficio de Antonia, su
madre, quien ahora se cree Sara Montiel y convierte
su vida cotidiana en un infierno. Rosa no sabe ser
feliz. No puede. Pero la llegada inesperada de un
nuevo integrante a su particular (y absurda) familia le
dará una oportunidad única para lograrlo.
Marina Seresesky.
Buenos aires 1969. Entre sus trabajos en cine merece la pena destacar su papel
protagonista junto a Javier Albalá en la película «Entre abril y julio» del director
Aitor Gaizka y sus cortometrajes: «El cortejo» (2009), ganador de más de 120
premios, “Madres, 0.15 el minuto” (2011), «La boda» (2012), nominado al Goya
2012.
La puerta abierta es una película que habla de la familia. Pero no sólo de la que tenemos y heredamos, sino
también de la que formamos y necesitamos. De esas personas a las que nos unimos en el transcurso de la vida y
nos ayudan a crecer. De ese círculo de solidaridad que se crea en las situaciones más desfavorecidas y que une a
un grupo de gente que aparentemente no tienen nada en común, pero que aprenden a quererse y apoyarse. Las
mujeres que habitan La puerta abierta son muy diferentes entre sí, han llegado de distintos países o viven aquí
desde hace años. Se quieren y se pelean en partes iguales, pero todas forman un grupo vital e hilarante casi como
una verdadera familia.
La película nos habla también de las segundas oportunidades y del derecho a ser feliz aún en las peores
circunstancias, aunque el pasado sea un lastre difícil de llevar, y el presente no augure un buen futuro.
Este es el camino que deseo que el espectador acompañe . El camino que lleva a Rosa, nuestra protagonista,
hacia la felicidad. Aunque no quiera ni sepa como lograrlo, Rosa merece una segunda oportunidad.
La historia transcurre en esa delgada línea donde confluyen la comedia y el drama. Una línea que he explorado
en todos mi anteriores trabajos y que me permite hablar de una profunda pena con una sonrisa en los labios, o
desarrollar disparatados gags con pasmosa seriedad. Para conseguir este equilibrio, cuento con un grupo de
profesionales que me acompañan desde hace ya muchos años.
Desde la cuidada fotografía de Roberto Fernández (que comenzará en un mundo cerrado y oscuro que lentamente
nos irá llevando a ambientes más luminosos y cargados de vida), la dirección de arte de Javier Crespo
(cuidando el detalle y la paleta de colores para crear un universo particular y envolvente) siguiendo con la música
de Mariano Marín ( que nos conducirá del pasado al futuro con emotiva sutilidad) hasta la interpretación que será
el punto más alto de nuestra historia.