Dirección: Koldo Almandoz
Guión: Koldo Almandoz
Reparto: Laulad Ahmed Saleh, Patxi Bisquert, Ramón Agirre, Iraia Elias, Erika Olaizola
Sinopsis:
Khalil es un joven desarraigado que vive en la periferia de la ciudad, allí donde los polígonos industriales confluyen con el río y la marisma. Khalil se busca la vida como puede y pasa los días junto a un viejo furtivo, que comparte una casa en la orilla del río con un hermano con el que no se habla desde hace años. En las orillas de la marisma, las mareas marcan el tiempo del amor y el desamor, de la amistad y la venganza.
Sinopsis:
San Sebastián 1973. Estudió Periodismo en la Universidad de Navarra, rama audiovisual, y en Nueva York. A lo largo de los últimos 25 años, ha escrito y dirigido diferentes obras cinematográficas. Sus trabajos (Sîpo Phantasma, Belarra, Ahate Pasa, El último vuelo de Hubert Leblon,...) han sido seleccionados y premiados en importantes festivales internacionales (Semaine de la Critique Cannes, Festival de Rotterdam, Festival de San Sebastián, Bafici, Festival dei Popoli, FiCali,...). Fue director de la revista The Balde (2002-2014). Programador del Festival Punto de Vista (2015-2017). Autor de ficciones radiofónicas. Editor. Ha comisariado diversos proyectos culturales y artísticos. Actualmente compagina su trabajo como cineasta con la enseñanza.
Por un lado, ya tenía fichados desde hace tiempo tanto la marisma como la casa, esa geografía tan particular me parecía muy cinematográfica. Por otro lado, quería ponerme el reto de alejarme de mi zona de confort y hacer algo más convencional. Oreina es el resultado.
Quería hablar de personas más que de colectivos. Las personas que aparecen en la película no suelen salir en “Teleberri”, no son marginales (no tienen problemas para salir adelante) pero viven al margen… Un margen contemporáneo. El inmigrante no es tipo de emigrante arquetípico que se nos suele mostrar, no aparece en un barco en mitad del mar, ni con una gran mochila a la espalda, ni saltando una valla… Pero está en nuestra realidad, aunque no le hagamos caso. Esos emigrantes son ya “nosotros”.
Es cierto que los personajes están solos, pero no es una soledad traumática. Creo que la vida de cualquiera de nosotros está repleta de momentos de soledad. Cada día, en el tránsito, de camino al trabajo o a casa, en la calle. Y no me parece una carencia. En tiempos en los que despreciamos la soledad, creo que los personajes de la película nos dan otro punto de vista, el de la normalidad, sin dramas. Son personajes con penas y frustraciones, pero ¿acaso no tenemos todos que vivir con nuestras frustraciones?
Ha sido un lujo para trabajar con actores consolidados como Patxi Bisquert y Ramon Agirre y con el actor no profesional Laulad Ahmed. Laulad ha aprendido mucho junto a estos dos actores, y tanto Erika (Olaizola) como Iraia (Elias) han hecho un gran trabajo. Todos han aportado la contención que les he pedido. Y, por otro lado, Laulad, al no tener experiencia previa como actor, ha aportado un punto de realismo a la película.
Otro de los protagonistas es la periferia (la ribera de Saria, en Aginaga) esta periferia especial que no solo se aprecia en el río Oria, sino en muchos otros lugares de Euskal Herria. Y creo, además, que el entorno talla de alguna manera la personalidad y la conducta de sus habitantes. En ese sentido, el río es importante, en su movimiento perpetuo: ese montón de frases del tipo “nunca te volverás a bañar en el mismo río”. No querría ponerme poético, pero el río es un elemento muy cinematográfico.
Koldo Almandoz