Director: Daniel Castro
País: España
Género: Drama
Año: 2013
Guión: Daniel Castro
Fotografía: Eladio Sánchez Agudo
Reparto: Daniel Castro, Bárbara Santa-Cruz, David Trueba, César Sánchez, Víctor García León, Félix Viscarret, Miguel Rellán
Duración: 65 min.
Sinopsis:
Daniel es un joven escritor con un proyecto para una película musical sobre los pactos de la Moncloa. Su objetivo es que todo el país recobre la ilusión perdida reviviendo los acontecimientos que unieron a España en la Transición, pero esta vez de una forma más moderna y llamativa, con muchas canciones. Para conseguir la financiación necesaria, Daniel tendrá que emprender un camino de dificultades ayudado por la ilusión que le caracteriza.
DANIEL CASTRO
(Pamplona, 1972) Licenciado en Ciencias de la Información en la UN y en Guión en la ECAM. Inicia su carrera como guionista de cine con Algunas chicas doblan las piernas cuando hablan y El final de la noche. Desde entonces, además de escribir en series de televisión como Yo soy Bea, Arrayán y Gran Hotel, dirige los cortometrajes Sutura, 75 metros y After Shave. En este último cortometraje debuta como actor, labor que desempeña también en series de televisión, otros cortometrajes y en la película Todas las canciones hablan de mí. Ilusión es su primer largometraje como director.
Dice Daniel Castro –el protagonista de la genial ópera prima de Daniel Castro– que el país necesita ilusión. El álter ego del hasta ahora guionista –Gran Hotel, Yo soy Bea...– se lo cuenta a su productor favorito –David Trueba, ¡grande!– en un intento de que éste compre su musical sobre Los Pactos de la Moncloa. A golpe de hilarantes entrevistas imaginarias en Cannes, paseos en pijama por Madrid y vídeo-cartas a Haneke, este morettiniano y quijotesco personaje aprovecha los desaires de la industria para arrancarnos la mejor carcajada del año. La industria podrá pasar por alto el incomprendido musical de Dani Castro –el personaje– pero sería un delito que no se tomara en serio el primer filme autofinanciado de Dani Castro –el director–, una muestra de que el país necesita ilusión y, también, películas brillantes.
Andrea G. Bermejo (CINEMANÍA)
Hay películas que nacen con la particularidad de no parecerse a ninguna otra. Películas que, más allá de su calidad, logran imponerse y destacar a fuerza de singularidad y carisma. Ilusión podría ser una de ellas: un híbrido rarísimo pero muy personal de los universos creativos de Truffaut y Woody Allen, engendrado por un hombre orquesta que atiende al nombre de Daniel Castro y que, además de dirigir, protagonizar y escribir el guión de la película, se encarga de componer las demenciales canciones que jalonan la trama. El experimento (si se me permite llamarlo así) se lleva a cabo con muy poco presupuesto, pocos actores (amiguetes del director, en realidad), pocos escenarios y pocas pretensiones. Pero el resultado no puede ser más satisfactorio. Como sugiere su título, el debut de Castro supone un soplo de ilusión y aire fresco a un cine nacional habitualmente reacio a arriesgar, o demasiado habituado a escudarse en temas y fórmulas narrativas ya muy gastados por el uso.
Miniatura agridulce (o tragicómica) nacida al amparo de la crisis económica actual, habla de estos malos tiempos para la lírica y para la esperanza a partir de la experiencia de su protagonista, uno de esos locos maravillosos empeñados en hacer del cine un arma contra la dureza de la vida cotidiana. El tipo, algo así como un cruce sui generis entre la desconexión social de Ignatius Reilly y el optimismo enajenado de Amelie, es una creación cómica de primer nivel a la que Castro dota de vida a través de los matices, haciéndola bascular constantemente entre la estupidez supina y la rara genialidad, y logrando que la encontremos vulnerable y que simpaticemos con ella (y con su quijotesca empresa) pese a la excentricidad de su persona, o tal vez por ella misma.
Nacho Villalba (CINE MALDITO)