La herida

Sección oficial a consurso

LA HERIDA (Fernando Franco)

Dirección: Fernando Franco
País: España
Año: 2013
Duración: 95 min.
Género: Drama
Interpretación: Marian Álvarez (Ana), Manolo Solo (Jaime), Luis Callejo (Carlos), Andrés Gertrudix (Álex), Rosana Pastor (madre de Ana), Ramón Barea (Martín), Ramón Agirre (padre de Ana)
Guión: Fernando Franco y Enric Rufas
Producción: Koldo Zuazua, Roberto Burtragueño, Samuel Martínez, Mario Madueño, Manuel Calvo y Fernando Franco
Música: Ibon Rodríguez
Fotografía: Santiago Racaj
Montaje: David Pinillos
Dirección artística: Miguel Ángel Rebollo
Vestuario: Eva Arretxe
Distribuidora: Golem
Estreno en España: 4 Octubre 2013

Sinopsis:
Ana tiene 28 años, se siente útil y satisfecha en su trabajo rutinario ayudando a otros. Sin embargo, fuera de su jornada laboral, Ana tiene serios problemas para relacionarse. Es socialmente torpe, incluso agresiva, con las personas más cercanas y queridas. Ana no puede controlar este comportamiento, ni sus emociones, por las que sufre y se atormenta, sintiéndose culpable. En el fondo sólo querría estar bien consigo misma y con los demás, ser feliz. Poco a poco, su conducta se va haciendo cada vez más autodestructiva, llegando a autolesionarse, sintiéndose cada vez más aislada. Ana padece lo que los psiquiatras llaman Trastorno Límite de la Personalidad, o Conducta Borderline. Pero ella no lo sabe.

FERNANDO FRANCO
(Sevilla, 1976) Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y en Montaje en la ECAM de Madrid . En 2001 comienza a trabajar como montador de largometrajes y realizador de sus propias piezas y cortometrajes ("Mensajes de voz", "Tu(a)mor o "Room", "The end", "Les variations Dielman"). Todas ellas han tenido una exitosa carrera por festivales de todo el mundo. Ha realizado trabajos de encargo (videoclips, cabeceras de festivales de cine, etc) y simultanea todo ello con la labor docente como jefe de la especialidad de montaje en la Ecam y colaborador es la EICTV de san Antonio de los Baños, Cuba.

 

El debutante Fernando Franco abandona literalmente la cámara en el rostro de la actriz Marian Álvarez. Inmensa. La idea es componer el perfil de una enfermedad que empieza por llamarse Trastorno Límite de la Personalidad y acaba por denominarse vida. Es así.

Ella es conductora de ambulancias. Por el día (y entiéndase día como metáfora), trabaja, se distrae y, mal que bien, vive. Por la noche es otra cosa. Entonces, el infierno se disfraza de un extraño y pertinaz ritual de autolesiones, alcohol y miedo. Mucho miedo.

Cuenta el director que la película es el resultado de un documental fallido. "La gente que padece este trastorno al verse protagonistas de una película agudizaban los síntomas de la enfermedad", dice el director para describir el origen de todo esto. Digamos que la cámara, su presencia, adulteraba la verdad. Algo así como la versión cinematográfica del principio de indeterminación de Heisenberg. Por ejemplo (y por pedante).

Pues bien, descartado el documental, la película juega a reconstruir cada gesto de la enfermedad desde dentro, desde el interior mismo del objetivo de la cámara. Y así, la mirada del director se detiene metódica delante de la interpretación más radical y violenta de las que se han visto en esta edición de Zinemaldia. La idea siempre es desnudar, quitar, dejar que cada gesto alcance la retina limpia del espectador. Hasta doler. Sólo lo que duele importa.

Si se quiere, Franco no hace sino simplificar al máximo para tocar la profundidad de la enfermedad en toda su complejidad y, de este modo, componer no sólo el retrato de una enfermedad sino de, y aquí conviene ponerse graves, la propia vida. La vida como la herida que es. Todo ello de una honestidad desnuda y brutal.

A su manera, el cineasta no hace sino convertir la necesidad de una industria depauperada (la del cine español) en la virtud de una película capaz de lo máximo con lo mínimo.

Luis Martínez (EL MUNDO)